viernes, 28 de marzo de 2014

Introducción a la degradación amibiental

Interior de La Palma
La degradación medioambiental es un conjunto de procesos que reducen un determinado recurso o directamente impedir su uso. Hablando de degradación, son las zonas insulares las que sufren un mayor desgaste que las áreas continentales porque tienen una mayor biodiversidad autóctona. Al ser territorios aislados, cuando llegan los primeros pobladores y comienzan a explotar los recursos, la fauna y flora nativa sufren una degradación muy rápida porque no tienen tiempo para regenerarse y porque se introducen nuevas especies domésticas y silvestres que pondrán en peligro la estabilidad natural. 
 Este problema existe en el Archipiélago Canario porque cuando llegan los primeros aborígenes introducirán una economía ganadera lo que implicará la reducción de la cubierta vegetal, especialmente en Fuerteventura y Lanzarote, debido a que antes no existían animales herbívoros de mediano tamaño.

Lanzarote
A comienzos del I milenio a.n.e., Canarias presentaba un aspecto muy diferente al actual pues eran islas con una abundante vegetación, con recursos de agua prácticamente permanentes y estables, amplias tierras fértiles, etc. Las primeras crónicas de la conquista ya ponían de manifiesto la degradación que las islas estaban sufriendo desde tiempos de los aborígenes, especialmente en Lanzarote y Fuerteventura. Por ejemplo, las crónicas francesas sobre Lanzarote decían que en la isla “no hay ningún árbol, sino pequeños matorrales para quemar, salvo una clase de leña que llama higuieres (...)”.  El resto de islas mantenían, sin embargo, en mayor o menor                                                                                                  medida su masa forestal.

La degradación se acentúa con los conquistadores castellanos que instauran una economía bajomedieval. Por ejemplo, el empuje de las transformaciones agropecuarias llegarán a las medianías de las islas, las roturaciones afectarán a las tierras, el ganado destruirá la vegetación aunque los animales pequeños no afectarán a las especies de las islas lo que explica que muchas de ellas hayan subsistido en mayor o menor número, etc.

Los alisios de Canarias desde un sátelite
La especialidad de las islas Canarias se debe a la influencia de los vientos alisios que hace que tanto la flora como la fauna se dividan en diferentes pisos climáticos. Así, las islas de Fuerteventura y Lanzarote presentan una flora y fauna adaptadas a lugares áridos y llanos porque son islas bajas en altitud y sin muchos accidentes montañosos. Mientras que el resto de las islas se caracterizan por el monteverde, la laurisilva y los pinares. También hay que destacar que en La Palma, Tenerife y en las partes más altas de Gran Canaria se da un ambiente de alta montaña.

Por último, hay que destacar que la degradación ambiental no solo fue por la acción humana sino también por causas naturales como las emisiones piroclásticas y las numerosas erupciones que se han ido sucediendo en las islas por su condición de islas volcánicas (Valle de la Orotava en 1430, volcán de Tigalate en La Palma en 1646, Timanfaya entre 1730-1736, volcán del Lomo Negro en El Hierro en 1793, volcán del Teneguía en 1971, etc.).


ATOCHE PEÑA, Pablo: "Fenómenos de intensificación económica y degradación medioambiental en la protohistoria canaria" en Zephyrus: Revista de prehistoria y arqueología , 2003