Para
la estructuración del poder, principalmente para el caso de La
Gomera, tenemos escasas fuentes escritas porque los cronistas le
prestaron poca atención limitándose a realizar vagas descripciones
y afirmaciones.
Ahora
sabemos que La Gomera presenta una organización dualista, es decir,
que habría dos centros de poder o linajes. A su vez, estos linajes
estarían subdivididos en dos bandos cada uno. Así, los cuatro
bandos existentes en La Gomera serían: Agana, Hipalan, Mulagua y
Orone.
Las
alianzas entre estos bandos se realizaría mediante intercambios de
mujeres. Generalmente, las alianzas eran entre Agana y Orone, y
Mulagua e Hipalan; aunque habría momentos en los que estas alianzas
no se corresponderían.
La
localización y demarcación de estos bandos ha sido bastante
discutida pero se ha aceptado que cada territorio estarían
localizados en torno a los valles y barrancos principales de la isla,
que acabarían acogiendo a los núcleos de población histórico:
Barranco de la Villa, Valle de Hermigua, Vallehermoso y Valle Gran
Rey.
Existiría
una frontera, de Norte a Sur, que dividiría los dos linajes. Además,
cada centro de poder estaría dividido en otras dos mitades.
La
desigual distribución de los recursos y la propia densidad de
yacimientos arqueológicos, se podría deducir que habría una
preeminencia de un bando sobre otro.
Toda
esta estructuración se daría a finales del siglo XIV, aunque no se
tiene la certeza de que fuese así con anterioridad, porque tanto los
conquistadores españoles y portugueses acabarían pactado con los
bandos y aprovechar las divisiones internas.
Para
antes del siglo XIV existe un mito de origen sobre el rey Fernando
Amaluige: se dice que la isla estaba, antes del siglo XIV, unida bajo
un mismo rey y tras su muerte se dividiría en cuatro territorios
independientes. Si no se le considera un mito de origen, hasta
principios del siglo XV habría un jefe aglutinador de toda la isla o
quizás de cada uno de los dos pares de bandos.
En
cuanto al sistema político, La Gomera sería una sociedad
igualitaria o simétrica sin una suprestructura política, con
pequeños jefes y grandes hombres que tienen mucha influencia y
reputación en la sociedad.
Cada
bando estaría gobernado por un jefe que serían o cabezas de bando o
jefes de guerra. Además, a mediados del siglo XV los cabecillas de
los bandos adquieren un mayor protagonismo. Navarro Mederos, sobre
los jefes, plantea dos posibilidades: que existiera un gran hombre
que controlase a los cuatro bandos en ciertos momentos o que uno de
los cuatro jefes, en casos que afecten a la isla, aglutine una
autoridad suprema.
El
concejo sería una reunión de los jefes de los cuatro bandos o los
dos aliados según el ámbito de acción. Esta institución no esta
citada explícitamente en las crónicas y fuentes escritas.
También,
existiría un adivino o sabio que estaba relacionado con lo
espiritual. Tendrían prestigio social e influían en ciertas
cuestiones políticas.
Por
último, G. Marcy habla de un hombre mascota que serían hombres que
tornan favorables todos los hechos que intervienen por lo que
tendrían servicio social.
NAVARRO
MEDEROS, J. F.: Los Gomeros. Una prehistoria insular, Santa
Cruz de Tenerife 1992
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